Normalmente, cuando la gente grita suele ser por distintas razones, y por lo tanto, en cada ocasión siento algo distinto. Si estoy haciendo algo que no debo y me gritan, primero me asusto porque no lo esperaba, y después siento miedo por las consecuencias que mi acto puede acarrear. En cambio, si me gritan por algo que realmente no he hecho, siento enfado y frustración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario